En el proceso inicial de inoculación de troncos, estos son perforados longitudinalmente con un taladro de acuerdo a una distancia estándar, generando así el espacio para depositar el micelio. El micelio es el aparato vegetativo del hongo y, en consecuencia, es en realidad lo que hace crecer, reproducir y morir al hongo, los expertos hacen la comparación y sostienen que posee la complejidad neuronal del cerebro humano y, al mismo tiempo, tiene una similitud con las redes de internet.
En esta etapa el micelio es depositado en las perforaciones realizadas previamente, para que este se aloje y pueda crecer en el sustrato (tronco), que permite la inoculación de forma correcta.
Los troncos son depositados y almacenados en invernadero de incubación, donde tienen que estar entre 3 a 6 meses para que el micelio logre colonizar al sustrato y así los hongos puedan ingresar a fase productiva.
Los troncos entran en la fase de inducción y fructificación, siendo llevados desde el invernadero de incubación hasta el proceso inicial de inducción. Esta etapa consiste en someter a los troncos a dos procesos en que se logra que los hongos fructifiquen y proliferen para posteriormente llegar a la etapa de cosecha.
Los hongos ya están listos para ser cosechados, dado que ya alcanzaron el tamaño adecuado para que sean cortados del tronco.